Es Richard quien nos narra su amistad con Donald Shimoda, que un buen día renunció a la misión mesiánica que Dios le había encomendado por vivir de manera más cercana su experiencia vital. Las conversaciones mantenidas entre ambos, la lectura del Manual del Mesías, los increíbles milagros realizados por Shimoda, irán poco a poco transformando la percepción que hasta ese momento Richard tenía tanto de sí mismo como de su propias potencialidades.
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